lunes, mayo 08, 2017

la montaña y los ojos del aguila

recojo del suelo algunas cosas desconocidas, importantes que me llevaron a ese agujero al atardecer. Ya es de noche y solo las luces del edificio grande sólido que se impone frente a mi, dan algo de claridad al camino que la montaña aun mas grande me presenta. Las luces del edificio se apagan antes de que pueda encontrar una rama para encender, pero alcanzo igual a percibir la distancia entre mi cuerpo y el comienzo del camino que me invita a regresar, y a su lado el bosque.
La idea es comenzar el ascenso inmediatamente, se que debo de todas formas buscar una rama para alumbrar el camino con algo de fuego, pero no me preocupa caminar a oscuras un rato. Pienso que quizá la luna salga a encontrarme y miro al cielo, un ave vigila mis pasos y la veo fundirse con el cielo hasta que sus ojos se transforman en dos estrellas observandome. Comienzo a subir, no se donde llegaré y no me importa.

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