martes, octubre 21, 2008

none

Ayer en la noche me fumé un cigarro en la ventana a la hora de acostarse tarde, y me sentí como en catedral, cuando tenia que fumar a escondidas y cerraba con seguro mi pieza y me ponía a fumar en la ventana y era esa hora del día en que todo era tranquilo, anoche me sentí como en catedral denuevo solo que los techos no eran los mismos ni la esquina ni el cielo, pero ese viento del centro que trae como ruidos y olores de lejos sigue siendo exactamente el mismo. Y en esta epoca del año en que el verano como que quiere llegar y no puede, recuerdo aun más catedral, porque en los periodos fríos fumaba encerrada en la pieza y prendía un incienso, y al final mi vieja siempre me cachaba igual.

jueves, octubre 02, 2008

citadina

Aunque el centro sea mi hogar querido debo decir que a veces cansaaaa tanto,
abrir la ventana y escuchar el exquisito rugir de las maquinas a todo ritmo dale que dale contra el cemento, tener un infimo pedacito de cielo para mirar y lo demás, sólo vecinos, ventanas, gente tomando su descanso y fumandose un cigarro, y techos. Una que otra enredadera...esa es la flora; y la faunaaa, moscas ponte tu y un perro callejero flaco, aa y los pajaros de mi vecino del octavo piso, que claramente es una pena que estén ahí encerrados si estan hechos para volar...pero dejando eso de lado ...me ha pasado que a veces despierto muy temprano al baño (cuando aun no despierta el centro) y los escucho y entre que dormida y despierta me siento como estando en la gran avenida en la casa de mi abuelita...