el cartero y las cartas

Hoy estaba almorzando con un amigo en su casa, tocaron el timbre y era el cartero. El cartero debe ser como lo más kitsch, que anda dando vueltas por los barrios, como yo vivo en edificio, mi cartero no existe, sólo existe mi conserje, que es como el mensajero que te conecta con la comunidad. Entonces me pareció que de seguro debía traer una carta de amor- es una carta de amor?-
- No, ya nadie escribe cartas de amor.
No creo que ya nadie escriba cartas de amor, yo sigo escribiendo cartas de amor, y no creo ser la única que sigue haciéndolo. Pero posiblemente ya nadie las envía, yo no las envío al menos. Ahora es romántico que te manden un lindo mensaje de texto, o que te escriban un lindo mail (que te escriban algo en el fb no se vale porque el voyerismo le quita todo el romanticismo) y nose cuál es la línea entre el romanticismo y la cursilería, pero sé que la hay, y quizá la carta de amor se encuentra como justo en la frontera. Igualmente pienso en lo buena onda que son las cartas, la última que recibí era de mi amigui nati, y quedé de contestársela, pero de pajera no lo hice, a pesar de que sí la escribí. Igual no cuenta porque a pesar de que nos queramos, no es romántico en el sentido amoroso recibir cartas de una amiga, es sólo romántico como en un sentido histórico de romanticismo. Y la última carta de amor que yó "entregué", no fue mediante cartero...porque la dejé donde posiblemente sería encontrada

luz

Necesito comprar un par de ampolletas nuevas porque la luminosidad de mi hogar estaba bien en verano, pero ahora realmente necesito algo más prendido o moriré en el intento de despertar cada mañana para ir (venir) al trabajo. Además de eso, pintura blanca y calipso suave para pintar mi pieza y la mesita que me encontré botada. Y junto con todo eso, un poco de hábito de orden y lipieza. Aunque lo último no lo puedo comprar, espero sí poder adquirirlo con el tiempo, con paciencia, dedicación y cariño.

fondo II

weas grandes

Yo
solía tener este ingenuo pensamiento (preadolescente) de estar hecha pa hacer "weas grandes", bacanes, recordables, importantes, mas allá de lo ordinario y normal, que era un ser super especial y diferente del resto, y que todo el sufrimiento que me ocasionaban, el abandono de mi padre y la falta de cariño de mi madre, serían como el triste pasado de una mujer que dejando atrás los sufrimientos de su infancia, cumplió sus sueños (así lo contarían en los diarios). Ahora que estoy sentada aqui, en una oficina a la que no le llega el sol, con un sueldo no acorde con la "dignidad de mi cargo" y la exigencia de mantener registros de mi producción como si me fueran a dar un bono por la wea, me doy cuenta de lo tierna e ingenua que fui. Y siento deseos de salir persiguiendo a mi alternaty, la que era especial e importante, diferente.

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la frase de la abuela: "que digan cualquier cosa mijita, pero que nunca digan que ud es una fresca"