viernes, mayo 18, 2018

para qué escribir un libro si puedo tirarme un par de lineas y la cosa se me va igual. donde la cosa es la pena, la locura temporal, el insomnio, la falta de sentido, y tantas mas.
Me pensaba niña, me recuerdo sentada en un tronco seco de un árbol caído, que también puede haber sido un pilar de cemento de los que botó el terremoto y quedaron ahí, pero elijo el árbol.
Me recuerdo mirando el sol,
sintiendo el viento tibio,
dibujando en la tierra
y pensando en mi familia. Me recuerdo queriendo descifrar un misterio, porqué somos sólo mujeres? donde estan los padres? porqué no están? tiene que haber un motivo, pensaba.
No sé, si fueron 10 minutos, segundos o unas horas, pero la respuesta llegó a mí con el viento, con las plantas de mi abuela, con la tierra bajo mis pies
Era herencia,
De alguna extraña forma no se cómo, mi pequeña persona tenia conciencia de que hay cosas que nos trascienden y que esa trascendencia significaba que la experiencia de mi abuela, de mi madre y mi tía habría de ser la mía. y lo acepté. Sin dolor, sin pena, lo acepté. como un destino, sin saber lo que destino ni herencia ni trascendencia significaban. 

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