viernes, septiembre 10, 2010

Huelga de Hambre


"En mi niñez el hambre era una vocecita
Que robaba el pan de mis compañeros de curso
Un sentimiento que me empujaba a compartir
Dos de las cuatro galletitas que me daban en el colegio
Los perros del fundo compartieron conmigo su comida:
Unos pellet con forma de huesitos
Que mi abuela sazonó con grasa y sal, 
una exquisitez que me prohibieron divulgar
Como las sopaipillas de afrecho
Fritas con agua de pozo. 
Casi me convencen de que el hambre
Era un regalo de dios que había que padecer
Con entusiasmo para ganarse el cielo
La conciencia me la despertó el hambre de otros
Recibí una orden de llanto de esa viejita
Saliendo del negocio del gringo
Con una bolsa vacía
Y me enrolé en esta guerrilla
Del pensamiento incorregible
Para alimentar las armas
Con frases toscas y canciones sin rimas. 
Quise ser cómplice de la historia, 
Armero de la política directa
Para tumbar esa hambre que casi me mata
El hambre es un deber a la inversa
El hambre es una desgracia imperdobnable
Que hoy ocupo como un fusil
en esta guerra fabricada por la Ley
Y sostenida por la religión" 


Poema de Mauricio Waikilao Waikilao
preso político mapuche
publicado en "El Ciudadano" 1ª quincena de Septiembre de 2010
 

2 comentarios:

Juan Carlos Capanegra dijo...

Naty:

Muchas gracias por compatir por medio del blog, éstos pedacitos de humanidad... se te agradece bastante porque en México ya todo es posible y se nos ha golpeado mucho, como si nos quisieran quitar la dignidad y la humanidad que nos queda... poemas cómo este paradójicamente alimentan nuestro deber...

Pobreantena dijo...

Ante lo que esta pasando en Chile, es dificil no tener una opnión y callarse se ha vuelto tan dificil como gritarlo.
Y cuando leí este poema pensé también como tu.